Hace unos días estuvimos en Burgos, y aprovechamos para ver el nuevo Museo de la Evolución Humana.
Personalmente, creo que le queda mucho por mejorar, al menos desde el punto de vista de su uso como recurso didáctico. Básicamente todo el contenido son paneles de texto y vídeos (algunos de ellos proyectados en entornos más o menos vistosos), y la posibilidad de interacción y de participación activa del visitante es muy baja. De todas las secciones, las más cuidada es la que relativa a las excavaciones de Atapuerca.
De todos modos, acaban de abrir y seguro que tienen un largo recorrido que lo hará cada vez más interesante. Y nos faltó combinar la visita al museo con la visita a los yacimientos, lo que sin duda aumentará el interés global.
Y hay que reconocer el valor para abrir un museo, con buenas instalaciones, dedicado a este tema.
Lo que me sorprendió mucho es que en Burgos, la Evolución - y la humana en particular- es todo un reclamo turístico.
Es interesante ver como se aúnan investigación y desarrollo económico, como los resultados de una investigación pueden generar un atractivo turístico que, a su vez, genera recursos económicos que en parte pueden utilizarse para continuarla en el tiempo.
Y como curiosidad, hasta en los dispensadores de gel del hotel pueden encontrarse rastros de esta combinación ciencia-turismo.
Podría decirse que, nada tiene sentido en Burgos si no es a la luz de la Evolución ;)
1 comentarios:
Gracias por la crónica Manuel,
Tengo interés por visitar el museo y el yacimiento (que aún no he estado), y con tus comentarios veo, que al menos por lo que respecta al primero, no he de tener excesiva prisa.
Publicar un comentario