jueves, diciembre 25, 2008

Posted by Manuel Mª | File under : , , ,

Cuando una población de una especie determinada se encuentra con que las condiciones medioambientales del ecosistema en el que vive han cambiado, pasando a ser negativas para su mantenimiento, comienza a adoptar toda una serie de estrategias para enfrentarse a dichos cambios. Una de ellas es la migración a otras zonas en las que encuentre unas condiciones ambientales favorables para su desarrollo.

Los humanos somos una especie más dentro de la biosfera, dependientes de ella y sometidos a los cambios de condiciones que se producen en los ecosistemas que habitamos, sean estos cambios provocados por la acción humana o por variaciones naturales.

A lo largo de la historia de la humanidad se han dado muchos casos de migración en poblaciones humanas debidas a cambios ambientales. De hecho es una situación que se ha dado desde el origen de la especie humana.



Si embargo la investigación acerca de las relaciones entre migración humana y condiciones ambientales está poco desarrollada, aunque poco a poco se ve impulsada por las discusiones que se producen tanto en los medios como a nivel político derivadas del impacto que el cambio climático pueda tener en los movimientos de poblaciones humanas.


Una de las consecuencias que siempre se comenta al hablar de cambio climático es la influencia que este tendrá en los movimientos migratorios de poblaciones humanas que tendrán que abandonar sus zonas de residencia en busca de otros lugares en los que no se vean afectados por sequías, inundaciones o sucesos climáticos extremos. Estos movimientos tendrían también importantes efectos sociales en las zonas geográficas receptoras de estos "refugiados ambientales".


Y es este mismo concepto, el de refugiado ambiental, el que ofrece ya las primeras discusiones. Los investigadores no se ponen de acuerdo a la hora de construir una definición para la migración ambiental y los refugiados ambientales, en especial en lo que hace referencia a los emigrantes voluntarios y a los emigrantes forzados.

Esta definición es de gran importancia, ya que debería ser la que oriente las políticas de los diferentes estados respecto a estas personas que se vean forzadas, de una u otra forma, a abandonar su residencia. Cuanto más amplia sea la definición alcanzará a una  mayor cantidad de personas.

En la actualidad, los refugiados se encuentran bajo  la protección de la Convención Sobre el Estatuto de los Refugiados, que la ONU estableció en los años 50. Dicha convención no recoge las causas ambientales dentro de los supuestos que marcan que una persona pueda ser reconocida como refugiado y por tanto, poseedora de una serie de derechos. Aunque diferentes organizaciones están abogando por la inclusión de esta figura en una nueva carta de las Naciones Unidas  o por la modificación del estatuto del refugiado, parece ser que los estados y los políticos que manejan las organizaciones de estados (UE, por ejemplo) no están por la labor. Si se tiene en cuenta que en la mayoría de los supuestos estudiados, es la población de los países empobrecidos la que se verá forzada a emigrar por causas ambientales, creadas por los estados industrializados, esta resistencia pasa a ser un ejemplo más de la posición de los diferentes países frente a la cuestión climática.


La propia UE está realizando diferentes estudios relacionados con esta cuestión. La información generada por buena parte de ellos puede encontrarse en la web "Cambios ambientales y escenarios de migración forzada" del programa EACH-FOR. ´

De un vistazo general y superfluo a la información que podemos encontrar en esta web creo que aparece una sensación de que este es un tema fundamental que va a afectar a gran cantidad de países tanto en el mundo rico como en los países empobrecidos, bien por ser zonas geográficas de las que su población se vea forzada a emigrar, bien por ser países receptores de esta emigración. 

Este post sale a partir de la lectura de este reportaje en El País. Los resultados preliminares del estudio al que hace referencia el artículo los podéis encontrar aquí. Buena parte de la información del post está en el knol creado por uno de los autores del estudio, François Gemenne, que podéis leer aquí.

En la UPV de Alava se celebró un congreso sobre este tema. Aquí tenéis una entrevista que el Diario de Alava realizó a dos de los participantes en el congreso.

Más información sobre migraciones forzadas relacionadas con el cambio climático podéis encontrar en el último número de la revista Forced Migration Review que, esta vez sí, tiene su versión en castellano. Podéis consultar el pdf aquí.



2 comentarios:

Rubén Nieto dijo...

Me ha gustado mucho esta entrada sobre los refugiados ambientales, así que procuraré publicitarla. Por lo que yo sé, hace ya mucho tiempo que existen refugiados ambientales en regiones de América Latina (Brasil, Chaco, Centroamérica), Asia Central y, sobre todo, el Sahel. Sucede, sin embargo, que los medios de comunicación occidentales no informan mucho sobre ellos y, cuando lo hacen, hablan más bien de la vertiente política y económica que siempre va asociada. En mi opinión, es importante que hagamos notar que, además de todos los problemas económicos, políticos, de conflictos étnicos, religiosos, etc. que aquejan a grandes regiones del mundo, en muchos de estos conflictos suele haber un importante trasfondo ambiental (desertificación, mala gestión del agua, cambio climático,...) que, por así decirlo, pone a los grupos humanos en el disparadero, los hace más fácilmente manipulables por el dictadorzuelo, la camarilla o la casta dominante de turno. Y los países ricos no somos totalmente inocentes al respecto.

Manuel Mª dijo...

Mill gracias Rubén. Estoy totalmente de acuerdo contigo, y creo que es necesario que enfrentemos todos estos problemas desde un puntoo de vista (ahora sí) global, porque de ninguna otra forma se puede se les podría buscar una solución. y para nuestros países es más cómodo no asumir que situaciones tan empáticas como la de la persona que no tiene más remedio que dejar su hogar son consecuencia de la desidia de los países ricos en el enfrentamiento a la problemática ambiental.