jueves, febrero 21, 2008

Posted by Manuel Mª | File under : , ,



En El País pudo leerse hace unos días la siguiente noticia:

"La primera patata transgénica fractura a la Unión Europea

El desacuerdo fue tal que los ministros de Agricultura de los Veintisiete reunidos ayer en Bruselas decidieron no votar la aprobación de la patata modificada genéticamente. Así, la aprobación siguió adelante, sin votos, para no escenificar el desencuentro. La caliente patata transgénica queda ahora en manos de Comisión Europea, que hace un año ya dio luz verde y que ahora tiene tres meses para decidir. España apoya su venta, mientras que Alemania, Austria, Letonia y Dinamarca se oponen e impiden el pacto. Los ministros de la UE también retrasaron la aprobación de cuatro variedades de maíz transgénico por la misma razón.

El tubérculo, propiedad de la multinacional alemana Basf, está diseñada para que su almidón sea más resistente y se pueda utilizar mejor en la industria. Los ingenieros de Basf llevan años trabajando en la patata Amflora (nombre técnico EH92-527-1).

"Se trata de una patata a la que se le inactiva el gen que sintetiza la amilosa. Así que el almidón que se extrae de la patata es mucho más robusto", explicó ayer Mette Johansson, portavoz del gigante alemán (52.600 millones de euros de ventas en 2006 y 95.000 empleados). Esa amilosa supone normalmente el 25% del almidón. El resto es otro compuesto, llamado amilopectina, mucho más útil para fabricar pasta de papel o para utilizar las fibras del almidón en la industria textil. Este almidón de patata tiene cada vez más uso como sustituto del plástico, por ejemplo. En el procedimiento convencional, las máquinas extraen y lavan la amilosa. La patata transgénica ahorra este procedimiento.

El sistema es novedoso y supone un salto adelante en la comercialización de transgénicos. En 1998, la UE dio luz verde al maíz transgénico contra la plaga del taladro (un insecto) y desde entonces sólo ha aprobado variedades comerciales de maíz.

Basf ha pedido la aprobación de Amflora como alimento para el ganado. "No es que la patata se vaya a usar para consumo humano, sino para uso industrial, pero creemos que la pulpa resultante tras extraer el almidón se puede utilizar para alimentar el ganado", añade Johannson.

En febrero de 2006, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria concluyó que Amflora "no supone un riesgo mayor para los humanos, animales y el medio ambiente que las patatas convencionales". La Agencia Española ya han dado el visto bueno a este transgénico.

Josep Puxeu, secretario general de Agricultura, explicó ayer desde Bruselas que España apoya la comercialización para consumo del ganado de las variedades planteadas: "Sabíamos que no habría acuerdo porque Alemania y Austria se oponen por razones de consumo interno y porque ellos no importan piensos, no como nosotros". Puxeu confió en que "en los próximos tres meses la Comisión apruebe las cinco variedades porque ya les dio el visto bueno en 2007". En el mismo sentido se manifestó la multinacional Basf.

Para vetar o aprobar un transgénico se necesita una mayoría cualificada (más del 70% de los votos) y la UE está profundamente dividida en esta materia. Mientras Francia asegura que el maíz transgénico supone un riesgo inaceptable, en España se cultiva en la cuenca del Ebro.

Normalmente, los transgénicos tienen problemas de aprobación porque pueden polinizar variedades convencionales y causar fenómenos de contaminación cruzada. Pero en la patata, que no se reproduce por semillas sino por clonación, no se puede dar esta contaminación, como destaca la multinacional.

La principal pega de los ecologistas es que los ingenieros han introducido a la patata también un gen para darle resistencia al antibiótico kanamicina. Juan Felipe Carrasco, de la organización ecologista Greenpeace, sostiene que el visto bueno de la agencia de seguridad alimentaria es "un cambio de postura inaceptable". "En 2004 dijo que no aprobaría transgénicos con resistencia a antibióticos y ahora un grupo de 20 científicos que trabajan a tiempo parcial ponen en riesgo la salud de millones de europeos", agrega.

Puxeu discrepa y destaca que "siete ministerios en España y la Agencia de Seguridad Alimentaria han dado el visto bueno a estas variedades". E insiste: "Somos muy cuidadosos en la plantación de transgénicos para evitar contaminaciones, pero no hay mayor problema en el consumo para ganado". El Ministerio de Agricultura resalta que España importa 10 millones de toneladas de grano (más que China) y que no puede oponerse a la tecnología."


Según se indica, la intención es obtener un almidón que pueda ser utilizado en procesos industriales y, entre otras cosas, sustituir en algunos momentos al plástico, pero sin el coste energético que este uso tiene en la actualidad. Hasta aquí sin problemas.

Basf piensa que el resultado del procesamiento de esta patata, podría servir para alimentar a ganado. ¿Qué peligros puede suponer esto? Según las Agencia de Seguridad Alimentaria Europea (2) y Española, no hay peligro.

La gran pega de los vegetales trangénicos es que pueden polinizar especies silvestres, pero según Basf eso queda resuelto ya que la patata se reproduce por yemas.

Y entonces surgen los antibióticos. La patata también posee un gen que le permite producir kanamicina. Y es aquí donde los grupos ecologistas (lease greenpeace) han atacado. Con los problemas que se están detectando y que se esperan de resistencia a antibióticos, en parte causados por el uso de estos en la industrial de producción de alimentos, ¿tiene sentido seguir con esa práctica?

El artículo indica que los gobiernos de la UE se agrupan en torno a dos posicioines encontradas. A favor de la aprobación se encuentra nuestro país, y en contra Alemania, Austria, Letonia y Dinamarca.

Y ¿qué opinan los ciudadanos de esos países?. Según el Eurobarómetro los porcentajes a favor del uso de OGM son:


Para completar, en este enlace tenéis un artículo del 2002 que estudia el dilema de los consumidores europeos frente a los OGM.

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